La apertura de baños mixtos en la Universidad Externado genera un debate nuevo en Colombia. Hoy, cuando los estudiantes retomen sus clases, encontrarán uno en cada edificio y podrán entrar a ellos sin importar el género. Parece que la medida tiende a ser aceptada, pero a la vez trae desafíos: adecuar mejor esos espacios para poblaciones que seguramente los usarán, como los discapacitados, y concienciar a los usuarios para mantenerlos limpios. Además han surgido inquietudes entre mujeres que temen ser acosadas. Se trata de seis baños neutros, que equivalen al 34 % del total. El rector Juan Carlos Henao tomó la decisión por tres razones: los reclamos de mujeres por las extensas filas en sus baños, el respeto por la identidad de género y la propuesta de Barack Obama de que todas las escuelas públicas de Estados Unidos tengan espacios de este tipo, tema que también se metió en la carrera presidencial hacia la Casa Blanca.
Esta decisión es un paso más hacia la concientización y la transformación de nuestra sociedad, la cual empieza desde la cotidianidad, permitiendo que quienes no se clasifiquen dentro de estos delimitados géneros, tengan también un desarrollo óptimo de su libre expresión y desarrollo de la personalidad. Aunque esta medida genera espacios más incluyentes para las personas transexuales, transgéneros e intersexuales, también beneficia a la sociedad en general al reducir la discriminación de género por los prejuicios fisiológicos y biológicos. Por eso, es un avance que a futuro facilitará también el ingreso a los baños de familias con hijos menores o de acompañantes de personas mayores o discapacitadas que requieren de ayuda. También cuestionan la utilidad de estos baños para la población travesti. Consideran que si una mujer trans, por ejemplo, busca reafirmar su identidad de género, lo mejor es que use el baño femenino, y que si alguien no se reconoce como hombre ni como mujer, no tendrá lío en entrar a uno u otro. Frente al miedo por violaciones o demás ataques que se puedan presentar dentro de los baños mixtos, Tatiana Rincón, Co-representante del Colectivo Mente Abierta Externado, opina que “es necesaria la apropiación de estos lugares para resignificarlos y construirlos como espacios de vida”. Para ello, se debe realizar un trabajo por parte de las mismas personas que utilizamos los baños para cambiar esa cultura de morbo ante un aspecto tan natural y humano como lo es ir al baño.
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